
El arte de domesticar al gato proviene de la época de los antiguos egipcios, cuando estos comenzaron a interesarse por los gatos al reconocer en ellos al fiel aliado contra animales calificados como indeseables del tipo de las serpientes, los roedores y ciertos reptiles venenosos.
En general, cuando uno se hace con un nuevo gato y lo lleva a casa, a este le cuesta algún tiempo acostumbrarse al resto de los inquilinos y "socializarse" con los mismos. Por ello, os damos algunos consejos interesantes para hacer que vuestro gato salga de su caparazón particular lo antes posible:
Situar al animal en un espacio resguardado y sin ruidos ni la presencia de otras mascotas y evitar mirarlo fijamente cuando estemos en contacto con él, ya que este tipo de mirada es típica de los predadores. A continuación, intenta acariciarlo con la mano o utilizando un rascador.
Interactuar con el gato unos minutos diarios e ir sumando progresivamente a esta interacción al resto de los miembros del hogar, utilizando un juguete para acercarlo a tus manos.
Además, para acostumbrar al animal al timbre de la voz humana, puedes sintonizarle una emisora de radio con diálogo o tertulia en un volumen moderado.