miércoles, 7 de abril de 2010

Algunos consejos prácticos para proteger a vuestros felinos


Son muchos los que piensan que los gatos son hábiles funambulistas y por un lado es cierto que el equilibrio que tienen desarrollado es de mucho superior al nuestro. Pero esta característica propia de nuestros amigos felinos no los exime de tremendas caídas debidas a errores de medición en sus saltos o a despistes provocados por cualquier otra razón.

Justamente por esto queremos abordar un tema importante para la seguridad de los gatos: el cuidado especial que hay que tener con las ventanas y los balcones.

La prudencia nunca es suficiente con nuestras mascotas y por lo tanto os aconsejamos, ahora que se acerca el buen tiempo, pensar en unas protecciones para las ventanas de vuestra casa.
Es el caso sobre todo de pisos altos, donde una caída del animal podría ser fatal para él, y de aquellos pisos que, a pesar de ser bajos, puedan tener otros peligros en el caso de accidente como por ejemplo el pasaje de coches y motos, igualmente muy peligrosos.

No se trata de asustarse, con un poco de atención y una mosquitera puede ser suficiente. Y en el caso de los gatos más animados, hay rejillas especiales pensadas para los felinos y para aquellos que tienen un ímpetu especial.

Bebés y gatos... ¿Incompatibles?


La llegada de un recién nacido a una casa, siempre es motivo de alegría. Pero qué pasa cuando ya teníamos una mascota totalmente adaptado a nuestro estilo de vida y el bebe llega al hogar. Esta nueva situación suele ser motivo de preocupación y dudas para los propietarios del gato, acostumbrado a ser el rey de la casa, lo que suscita la pregunta… ¿son los bebes y gatos incompatibles?

La respuesta es no, la mayoría de las veces, el gato acepta perfectamente la llegada del nuevo inquilino. Preocupados por la seguridad del niño, suelen ser los padres quienes inconscientemente propician una situación a veces incómoda.

Los felinos son animales muy listos e intuitivos, hay estudios que demuestran que los gatos pueden percibir los cambios hormonales que padecen las mujeres en esta etapa se su vida. Estos cambios percibidos en su dueña pueden hacer que el animal se ponga nervioso, este es el momento en el que los dueños deben actuar para procurar una buena connivencia. Las pautas para regular este comportamiento se reducen a una simple, y a veces, olvidada indicación…NO DEJAR AL GATO DE LADO.

Las caricias son algo que a lo largo del embarazo ayudarán al paliar la inquietud de nuestra mascota, unos cuantos minutos al día de carantoñas serán suficientes. Una vez llegado el recién nacido a la casa, las caricias deben continuar y debemos hacer partícipe a nuestro minino de la nueva situación. Lo más importante es que el gato se acostumbre al olor del pequeño desde el embarazo, lo dejaremos que se acostumbre al olor de sus muebles, ropas y demás objetos del cuarto del niño.

Cuando el nuevo inquilino llegue dejaremos que el gato siga entrando en su cuarto, aunque con ciertas limitaciones, para que perciba ese espacio como otra parte más de su hábitat. Si el gato se restriega por los muebles, no le reprenda, ya que es un comportamiento positivo que demuestra su actitud cariñosa. Cuando el pequeño llegue deberemos continuar con la actitud participativa, acercarle con cuidado al niño para que lo huela, y darle una golosina mientras lo hacemos, hará que el gato asocie al niño con una situación agradable.

En definitiva, bebes y felinos no son incompatibles, solo debemos integrar a nuestra mascota en la nueva situación.

martes, 6 de abril de 2010

Gatos en crisis


Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. Con estas palabras define la Real Academia Española a una de las enfermedades más comunes de este nuevo siglo, la ansiedad. Este trastorno, que se ha convertido en una pandemia humana, afecta a nuestras mascotas también.

Los gatos, aunque suelen tener un carácter tranquilo, no están exentos de estar estresados o ansiosos en alguna fase de su vida. Para los humanos es más fácil tratar el problema, podemos acudir al médico y expresar nuestro problema, pero… ¿y cuando se trata de felinos?
Ellos no pueden hablar, pero se manifiestan cambiando sus comportamientos. De la noche a la mañana, nuestro animal, que solía ser tranquilo, se convierte un gato difícil de tratar y de comprender.

Síntomas como la agresividad, marcar el territorio, ensuciando o arañando el mobiliario casero, son las claves para diagnosticar que nuestra mascota sufre de estrés o de ansiedad. Lo primero que debemos hacer es identificar las causas que originan este estado. Debemos preguntarnos si ha habido algún cambio reciente, como una mudanza, la llegada de una persona o animal nuevo al piso, o incluso en nuestro propio estado de ánimo. Tras estas observaciones, nos dirigiremos a una clínica veterinaria para gatos, donde nos aseguraremos que el cambio en la conducta de nuestro animal no se debe a ningún componente fisiológico.

Una vez descartados estos problemas, el dueño se pregunta… ¿y ahora qué? Lo primero es intentar corregir el comportamiento del animal, reeducándolo, el médico nos marcará unas pautas que deberemos seguir a rajatabla. Aunque normalmente, las indicaciones del veterinario nos servirán para atajar el problema, hay gatos con los que esto no será suficiente. Para estos casos, nos pondremos en contacto con un etólogo o un psicólogo de gatos, que será el que nos dará la solución.

No es de extrañar que este profesional nos indique administrarle Flores de Bach al gato, este producto, cada vez más de moda entre las personas, es un aliado eficaz y natural para poner fin al estado de ansiedad de nuestro gato. Existen 38 flores con las que nos elaborarán un preparado especial para el caso concreto de nuestro felino, este preparado se suministrará de forma muy fácil, normalmente diluyendo 4 gotas en su bebedero. Una solución eficaz, natural y alternativa para las crisis de nuestros pequeños compañeros.